Un trabajador freelance es aquel que trabaja como autónomo pero ofreciendo sus servicios profesionales a terceros mediante colaboraciones que son la base de su trabajo. En un principio, el freelance estaba vinculado con la profesión de periodista pero esta modalidad de trabajo ha ido evolucionando hacia otros sectores, especialmente, con el auge de las nuevas tecnologías. Una de las ventajas del trabajo freelance es que el trabajador tiene la posibilidad de ajustar sus horarios de trabajo con una mayor libertad y disposición, pudiendo conciliar mejor ámbitos diferentes como el trabajo y la vida familiar o el empleo y la formación constante.
Mayor inestabilidad de proyectos
Uno de los aspectos negativos de este tipo de trabajo es que existe una mayor inestabilidad laboral puesto que la demanda de encargos de trabajo puede variar de un mes a otro. Es un tipo de trabajo que también es muy estimulante desde el punto de vista de la ausencia de rutina, de este modo, también es positivo para alimentar la motivación gracias al aprendizaje constante que aporta este desempeño profesional.
Tareas de un freelance
Un trabajador freelance debe de preocuparse por ámbitos muy distintos en su trabajo como fidelizar clientes, conseguir nuevos proyectos, reciclaje profesional a través de la actualización de conocimientos, mantener contactos de trabajo, consolidar su marca personal a través de un marketing eficaz, realización de la factura correspondiente por cada encargo realizado…
En aquellas etapas en las que el freelance tiene un elevado volumen de trabajo, suele realizar jornadas laborales por una duración que va más allá de las ocho horas. Desde este punto de vista, a nivel emocional, se compensa el exceso de horas de trabajo con la posibilidad de adaptar dicha jornada a las necesidades personales.
Y en aquellas etapas en las que no tiene tanto volumen de trabajo también tiene largas jornadas laborales porque como dijimos anteriormente, la labor de un freelance va más allá del cumplimiento de los proyectos.