El marketing emocional se intensifica todavía más durante la celebración de la Navidad. Una fiesta que tiene un componente afectivo y familiar. Pero, además, los negocios incrementan su actividad comercial, puesto que las compras aumentan. ¿Cuáles son los beneficios del marketing emocional en Navidad?
1. Deja una huella en el espectador
Los mensajes relacionados con la gratitud, la sorpresa, el amor, la amistad o la alegría perduran en la memoria. Hay que tener en cuenta que el propio contexto propicia la comunicación de valores que no dejan indiferentes al espectador.
2. El marketing emocional pone en el centro a la persona
Promocionar un producto o una marca son objetivos frecuentes en fin de año. Pero el verdadero marketing emocional no solo presenta las fortalezas de un catálogo, sino que pone en el centro a la persona. Tiene en cuenta sus necesidades, circunstancias y expectativas. El mensaje enviado a través de una campaña no solo incentiva las ventas, también propicia reflexiones que conectan con la vida.
3. Ofrece muchas posibilidades
El marketing emocional puede convertirse en el medio elegido para crear contenidos diferentes en cualquier sector. Ofrece múltiples posibilidades desde el punto de vista creativo que, a su vez, abren la puerta de nuevas oportunidades de negocio.
4. Comunicación de valores de marca
Un proyecto puede comunicar sus valores y principios a través de distintos canales. Entre ellos, el marketing emocional. Cuando el mensaje llega al espectador, se produce una conexión que influye positivamente en la confianza que el negocio inspira en el público objetivo.
5. El momento perfecto para potenciar el storytelling
El arte de contar historias está muy presente en la Navidad. Y las historias encuentran distintas formas de expresión, más allá de los libros o de los relatos que pasan de generación en generación. El marketing emocional en fin de año conecta con el valor de la tradición.