En ocasiones, el verdadero límite personal frenta a la idea del emprendimiento no es externo, sino interno. Es decir, el freno se encuentra en la propia autoestima de aquella persona que siente que no está capacitada para asumir esta responsabilidad. ¿Cómo puedes alimentar tu autoestima para emprender? En Empresariados te damos cinco ideas.
Invierte en formación
La formación es sinónimo de capacitación y cualificación. Por medio de este proceso de aprendizaje adquieres mayor seguridad porque dispones de nuevos recursos para dar respuesta a los retos propios de este proyecto que tienes por delante.
Mentalidad de crecimiento
Es el tipo de visión que tienen aquellas personas que no observan sus capacidades de manera inamovible. Gracias a esta visión de aprendizaje puedes verte a ti mismo como un ser capaz de integrar los cambios del emprendimiento de manera realista.
Habla con otros autónomos y emprendedores
Cuando te encierras en tu propio punto de vista sientes que los miedos se multiplican. Sin embargo, si escuchas las historias de otras personas que antes que tú han pasado su propio proceso te darás cuenta de que si ellos pudieron, tú también puedes.
Toma decisiones con las que te sientas cómodo
Emprender supone salir de la zona de confort de manera objetiva. Sin embargo, que este salto no sea infinito. Dentro del amplio abanico de decisiones que tienes que tomar en este momento, ajusta los pasos a tu modo de ser actual.
Puedes impulsar el cambio sociedad
El emprendimiento es una acción que trasciende a tu propia vida ya que también genera una influencia social en el entorno. Desde tu posición y tu visión, observa qué mejora puede producir la venta del catálogo de productos y servicios en la vida de los clientes que confían en la marca.
Por tanto, si quieres emprender, comienza por cuidar tu amor propio.