La exigencia propia del proceso de emprendimiento, en ocasiones, se ve acentuada por la mirada del perfeccionismo. Te damos cinco consejos para no confundir la búsqueda de la excelencia con la ausencia de errores.
1. Establece un calendario con plazos de tiempo
Y cumple las fechas previstas en la planificación inicial. Uno de los errores frecuentes del perfeccionista es repasar y corregir hasta el infinito, como si el proceso fuese interminable. Sin embargo, un proyecto se enmarca en una realidad en la que existen plazos y tiempos que cumplir.
2. Cuídate a ti mismo
La exigencia y el perfeccionismo pueden hacer que el emprendedor esté permanentemente centrado en su negocio, hasta el punto de distanciarse de sí mismo. Pero el cuidado de la salud y la búsqueda del descanso son claves en el proceso de emprendimiento.
3. Elabora una lista con todo lo que te quita el perfeccionismo
El perfeccionismo busca la excelencia. Y, sin embargo, el perfeccionismo no le ayuda a alcanzarla. Puedes elaborar una lista con todo aquello que te quita ese horizonte de perfección que visualizas constantemente. Por ejemplo, puede convertirse en una fuente de estrés e insatisfacción. Del mismo modo, repercute negativamente en la gestión del tiempo porque lleva a posponer decisiones y metas.
4. Forma al equipo y delega con confianza
El emprendedor perfeccionista tiene dificultades para delegar en los demás. Es uno de sus puntos débiles. Sin embargo, necesita hacerlo para sacar adelante el proyecto. Forma a los colaboradores para que cuenten con los conocimientos necesarios para terminar las tareas que tienen a su cargo.
5. Busca un mentor y construye un vínculo de confianza
Tu punto de vista puede ampliarse con la sabiduría de un mentor con experiencia práctica. El proceso de mentoring está vinculado con el aprendizaje, el cambio de perspectiva y el desarrollo personal. Ingredientes que son muy positivos para todo tipo de emprendedores.