Existen cualidades que acompañan al perfil del emprendedor. Un profesional que trabaja por una idea de negocio propio. ¿Qué cualidades puedes identificar en ese caso? En Empresariados describimos cinco factores posibles.
Paciencia
Tu tiempo debe estar acompasado con la realidad misma puesto que el riesgo de la anticipación y de las expectativas distorsionadas puede hacer que vivas fuera de ritmo esta experiencia profesional. Cada proyecto necesita su propio proceso. La impaciencia dificulta la experiencia emprendedora porque la incertidumbre, por sí misma, pone a prueba la resiliencia.
Autonomía
Un emprendedor no tiene por qué saberlo todo sino que puede consultar el asesoramiento de expertos y contar con un equipo en el que delegar durante el trabajo en colaboración. Sin embargo, el emprendedor no puede delegar su propia responsabilidad en relación con la gestión, la organización y el éxito de ese negocio en nadie más. La autonomía y la iniciativa son indispensables en quien toma decisiones haciéndose también responsable de los efectos que esas acciones producen en el negocio.
Profesional
Una persona que emprende una idea de negocio se implica en su idea desde una perspectiva profesional, no desde la perspectiva de un pasatiempo de tiempo libre. Dedica tiempo, conocimiento y recursos para proyectar esa idea.
Motivación externa
El emprendedor tiene un alto grado de motivación interna en su etapa inicial pero también necesita esta perspectiva externa por medio de la búsqueda de un sentido trascendente. Por ejemplo, aquello que el negocio puede aportar al público objetivo y en qué forma puede mejorar su vida.
Perseverancia
Ningún proyecto, por sencillo que parezca a simple vista puede afianzarse si no es a través de la constancia de quien se apoya en sí mismo para superar las dificultades que afronta su idea en la realidad de la experiencia. Esta cualidad también está muy ligada a la paciencia.