El sector hostelero es uno de los que antes llama la atención de aquellos emprendedores que no tienen una idea fija en su mente y observan este nicho de mercado por su potencial de crecimiento. ¿Cuáles son las razones para no emprender en este sector?
Masificación de ideas y negocios
Te resultará muy difícil innovar en un sector marcado por la calidad de tantos hoteles, cafeterías, restaurantes y bares que ofrecen servicio en pueblos y ciudades. Estos negocios están presentes no solo en los núcleos más céntricos, sino también, en los barrios. Existe cierta masificación en este sector.
Inversión alta
El sector de la hostelería es uno de los que requiere de un nivel de presupuesto alto, especialmente, si compras un local comercial al que hay que sumar el coste de los electrodomésticos, maquinaria y mobiliario. Aunque alquiles dicho local comercial, es muy probable que el precio mensual sea alto.
Ausencia de rutina
Un equipo de hostelería trabaja y planifica con entusiasmo, sin embargo, la suerte del día puede depender de factores tan ajenos al propio negocio como las condiciones climáticas. Además, conviene no poner la atención únicamente en el éxito estacional del turismo estival u otras épocas del año ya que la verdadera misión de un restaurante adquiere significado en el día a día.
Conciliación familiar
Quienes se dedican a este sector conocen como protagonistas la dificultad que acompaña al hecho de coordinar los horarios de trabajo con la propia vida personal y familiar.
Vocación
Aunque muchas personas vinculan la vocación con disciplinas de ciencias o de letras, sin duda, la hostelería es profundamente vocacional ya que solo de ese modo es posible soportar la exigencia de trabajo que se produce en este contexto en el que los emprendedores trabajan mucho más, justamente, cuando los demás están de vacaciones.
La vocación es tan importante que, precisamente, el emprendimiento en este sector debería quedar reservado para aquellas personas que realmente tienen vocación y conocimiento en la materia.