Innovar es uno de los grandes retos de aquellas empresas que no se conforman con hacer las cosas según lo establecido hasta el momento sino que buscan el modo de abrir nuevas puertas. La innovación es un objetivo esencial, sin embargo, este elemento puede concretarse en la práctica a través de distintas fórmulas. ¿Cuáles son los distintos tipos de innovación?
Innovación social
Las empresas no son ajenas al entorno en el que actúan. Por esta razón, esta innovación tiene el punto de vista de lo humano puesto que los negocios que asumen este compromiso emprenden acciones con las que conseguir objetivos que supongan una mejora significativa en la sociedad.
Innovación individual
Es aquel tipo de innovación en la que el protagonista directo es un trabajador que a nivel individual lucha por un objetivo determinado pero recibe algún tipo de apoyo o de soporte por parte de la organización en la que trabaja.
Innovación continua
La innovación continua se convierte en una cultura institucional para aquellas empresas que asumen el reto de marcarse nuevos objetivos de mejora significativa en relación con los productos o servicios ofrecidos por la compañía pensando en aportar una mejor experiencia al consumidor.
Innovación en marketing
La publicidad de empresa hace referencia a aquellos medios utilizados para comunicar los productos y servicios de la compañía. Por tanto, es importante sorprender al público en las nuevas comunicaciones por medio de alguna característica diferencial.
Innovación tecnológica
Las nuevas tecnologías forman parte del mundo empresarial porque dan la oportunidad de ofrecer nuevos productos y servicios, pero también, de generar una nueva experiencia de trabajo a los empleados que pueden servirse de estos medios en la práctica de su colaboración diaria.
Por tanto, la innovación forma parte de la realidad de la empresa y puede materializarse a través de estas vías.