El negocio de compras de Google cambia e introduce importantes cambios que conllevarán ventajas para comerciantes y minoristas, pero también algunos inconvenientes. Y es que la compañía del popular buscador ha comunicado que los comerciantes y los anunciantes tendrán que pagar por Google Shopping, condicionándose el resultado de la búsqueda al pago que realicen. Una nueva medida que afecta notablemente al comercio electrónico y que supone también un cambio de denominación del servicio que pasa de denominarse Google Shopping a llamarse Google Product Search.
De esta manera, los resultados de búsqueda de productos para usuarios de Estados Unidos se verán influenciados y dependerán en parte del dinero que abonen tanto los minoristas como los anunciantes, introduciendo un nuevo modelo, ya que con anterioridad estos resultados se basaban en la relevancia y el programa también se caracterizaba por ser gratuito.
Con este cambio, desde Google aseguran que se quiere hacer un modelo que sea totalmente comercial que presentará algunas ventajas para los comerciantes como el hecho de tener un mayor control de dónde aparecen dentro de este servicio, aparte de proporcionar una mayor visibilidad de los productos para los compradores que buscan en Google.
Además, desde la compañía consideran que este nuevo modelo presenta otra serie de ventajas como un mayor aliciente para mantener la información de producto actualizada en todo momento, principalmente, en materia de precios y de últimas ofertas, así como en la disponibilidad de producto. Una serie de ventajas o beneficios de los que consideran que redundarán de forma positiva en conseguir mejores resultados para los comerciantes al aumentar el tráfico de usuarios y de visitas.
Sin embargo, el nuevo modelo también presenta algunos inconvenientes, sobre todo, para los minoristas, ya que tendrán que pagar por el rendimiento cuando se trata de tráfico de e-ecommerce, lo que introduce un importante cambio en el comercio electrónico.