El éxito en la vida de una persona viene acompañado de otras cosas que no son tan ideales. Por ejemplo, en un momento de triunfo es más fácil que surjan relaciones por puro interés que en una situación de fracaso cuando existen muchas personas que antes estaban cerca y de pronto, dejan de llamar. Uno de los momentos más difíciles que puede vivir una persona en su carrera laboral es sentir que todas las puertas están cerradas. ¿Cómo creer en ti cuando nadie lo hace?
Las dificultades te hacen más fuerte
Es en la dificultad cuando tenemos la capacidad de entrenar habilidades tan importantes como la perseverancia, la capacidad de insistir, las ganas de conseguir un deseo y la capacidad de sacrificio. Cuando estás cien por cien convencido de dónde quieres llegar, entonces, no importa qué muros se pongan por delante porque tienes lo más importante: autoestima, confianza y fe. Cualidades que se ponen a prueba ante la adversidad que es cuando puedes reafirmarte a ti mismo en el convencimiento de tus metas.
No tomes como reales todas tus interpretaciones acerca de la realidad. Estamos en una sociedad más dada a la crítica que al elogio, al menos, en el plano laboral. Por ello, puede que muchas personas piensen grandes cosas de ti y ni siquiera te las hayan dicho. Lo importante es lo que tú opines de ti mismo y que en los momentos de dificultad, eches la vista al pasado para darte cuenta de todo lo que has conseguido en tu camino.
Tener una visión realista de ti mismo
Es importante que recuperes la perspectiva para tener claro siempre que tu valor depende de quién eres y no de lo que tienes. Enumera cuáles son tus cualidades positivas y qué es lo que se te da bien de verdad. Cultiva tu talento sin compararte con nadie más. No seas un esclavo de la motivación externa, aprende a dar valor a lo que haces.