Existen ideas de negocio que no son viables al no estar integradas en la realidad concreta. El paso de la teoría a la práctica no siempre es sencillo. ¿Cómo desarrollar una idea de negocio para acotarlo a tus circunstancias presentes?
Objetivos realistas
Los objetivos realistas son aquellos que se sitúan en un plazo y periodo concreto de tiempo. Cuanto más detallas una idea, más opciones tienes de visualizarla de una forma gráfica en la realidad. Ten mucho cuidado con las ideas abstractas porque puedes confundir una simple hipótesis con algo factible al cien por cien.
¿Eres la persona ideal para ese negocio?
Detrás de todo negocio existe un emprendedor y existen proyectos fantásticos que se vienen abajo porque la persona que los gestiona no está capacitada para asumir esa responsabilidad. Antes de abrir un negocio tienes que valorar con objetividad si cuentas con formación y experiencia en ese sector.
En caso de que no tengas la formación adecuada, no tienes que dar esa idea por zanjada. Sino posponer el tema un tiempo hasta que hayas actualizado tu currículum.
Analiza el momento oportuno
Para crear un negocio también es importante analizar el contexto para buscar el mejor momento para adentrarte en la aventura emprendedora. En este sentido, el contexto actual es muy propicio para el emprendimiento ya que como consecuencia del desempleo, cada vez son más las personas que apuestan por crear su propio negocio.
Haz balance de gastos e ingresos
Se suele perder la objetividad en este punto al magnificar los ingresos y minimizar los gastos. Haz balance real de tus gastos porque la inversión que vas a realizar es importante como para tenerla en cuenta.
Alternativas profesionales
Una idea de negocio puede tener fecha de caducidad. En ese caso, es importante que busques alternativas profesionales y tengas un plan B.