El acondicionamiento del lugar de trabajo parte de diferentes factores. Uno de los más importantes para el buen ejercicio de una tarea profesional es la iluminación del espacio. ¿Cómo dotar a una oficina de las mejores condiciones de luz? En primer lugar, es importante configurar un espacio con amplios ventanales en donde la fuente de luz natural está presente cada día.
Condiciones de luz en el trabajo
Además, es fundamental crear condiciones de luz de un modo uniforme en las distintas áreas de trabajo pero poniendo especial atención en qué tipo de actividad se realiza en cada zona. Es decir, la exigencia visual de una tarea profesional determina la necesidad de unas condiciones de luz concretas.
Para esos momentos de la jornada en los que la luz natural ya no es suficiente, es importante que en la oficina haya fuentes de luz general complementadas con otros puntos de iluminación localizados. Al colocar los distintos sistemas de iluminación es importante comprobar como medida de seguridad que ninguna luz produce deslumbramiento al trabajdor.
Además, es importante instalar un alumbrado de emergencia cuyo funcionamiento es fundamental cuando se produce una incidencia que afecta al sistema de luz normal.
Además, la necesidad de una intensidad de luz concreta no solo depende del tipo de actividad profesional realizada por un trabajador, sino también, de si se trata de una zona de uso habitual o es un lugar de paso. La instalación de una iluminación adecuada también es un componente básico de prevención de riesgos laborales.
Relación entre la luz y la salud visual
Ya que además, una iluminación negativa en el trabajo puede afectar a la salud de los trabajadores en forma de fatiga visual, desmotivación profesional y cansancio. Pero además, unas óptimas medidas de iluminación también reducen el riesgo de accidente. Es recomnedable utilizar persianas en las ventanas para regular la intensidad de luz en verano. Evitando siempre los reflejos en la pantalla del ordenador.