La lectura en torno a la edad adquiere distintas perspectivas en el ámbito laboral. Pero, en ocasiones, la etapa de los 50 está acompañada por creencias que alimentan el edadismo. Y, sin embargo, el crecimiento profesional y las oportunidades siguen presentes más allá de este periodo. ¿Cómo impulsar tu trayectoria a partir de entonces?
1. Identifica tu punto ciego
Todo profesional tiene debilidades y carencias, sin embargo, no siempre es consciente de ellas. También puede ocurrir que un perfil tenga un talento que no potencia de forma consciente. El punto ciego es ese ingrediente que está obstaculizando tu evolución como consecuencia del propio desconocimiento.
2. Afronta las metas pendientes, aquellas que has pospuesto
Con frecuencia, el punto de inflexión definitivo en la carrera de un profesional llega con la atención a las decisiones pendientes. A través de este proceso puedes darte la oportunidad de dedicar tiempo a un objetivo que es relevante. Una meta que puede producir un cambio muy importante en tu carrera.
3. Fortalece y nutre tu autoestima
La autoestima es un pilar importante en la carrera profesional. De hecho, alimentar el amor propio es un aspecto clave para no confundir el valor personal con los objetivos alcanzados o las expectativas no cumplidas. Una autoestima alta influye de forma positiva en la autoconfianza.
Una autoconfianza que es tan importante durante el proceso de búsqueda activa de empleo, en el emprendimiento o en una entrevista laboral. Agradece todo aquello que el tiempo y la experiencia han aportado a tu vida profesional y personal. Ahora dispones de conocimientos que no tenías cuando te encontrabas al inicio de tu carrera. Por tanto, conecta con el plano de las fortalezas en lugar de centrarte, únicamente, en posibles carencias.
¿Cómo impulsar tu carrera profesional después de los 50? Diseña un plan de acción personalizado por medio de un proceso de coaching.