La moda siempre es un punto de apoyo a la hora de poder ganar seguridad en ti mismo en el ámbito laboral. Es decir, con una imagen o con otra puede cambiar la percepción que tienes de ti mismo. Por ello, en ocasiones, tan importantes, como en una entrevista de trabajo, intenta vestir de una forma acorde a la ocasión. Dando, especialmente, prioridad a la comodidad.
Las chicas suelen tener tendencia a renovar su armario y comprar ropa nueva para estar perfectas en una fecha profesional. Sin embargo, es mucho más acertado vestir con prendas que ya sabes que te favorecen y que te sientan bien. Por ello, es mejor estrenar ropa cualquier otro día. Por otra parte, en relación con el estilo, lo clásico siempre es todo un acierto, ya que en general, causa una buena impresión, y además, te permite que el look no te reste importancia a ti y a tu formación.
Los hombres suelen vestir de traje en muchas entrevistas de trabajo, sin embargo, dependiendo de la empresa, tampoco es aconsejable vestir tan elegante sino tener un toque más informal. Por su parte, las chicas tienen más alternativas. Ellas también pueden utilizar traje, pero también pueden llevar falda, o simplemente, un pantalón negro con una blusa blanca.
Conviene evitar todo aquello que sea excesivo. Por ejemplo, el maquillaje exagerado, los complementos muy grandes o pendientes que sean recargados y llamativos. Por otro lado, también es mejor no abusar del perfume, sino más bien, encontrar el equilibrio de la naturalidad. A la hora de vestir para una entrevista de trabajo, lo más importante es que cada persona vista de una forma acorde a su edad. Por ello, una persona joven nunca puede vestir como alguien de cincuenta años por mucho que una entrevista de trabajo, sea un acto muy formal.