Complejo de superioridad y de inferioridad


En el mundo del trabajo puedes conocer a personas de todo tipo. Algunas te aportan muchas cosas buenas, te permiten aprender de ellas. Sin embargo, con otras, tienes una sensación diferente. Así puede suceder en el caso de que te encuentres con alguien que arrastra complejo de superioridad o de inferioridad en el terreno laboral.

Tanto en uno como en otro caso, aquellos que lo padecen se comparan con los demás de tal forma que en el caso de sentirse superiores se creen mejores, piensan que lo saben todo y que siempre llevan la razón. De forma curiosa, detrás de esta aparente sensación de seguridad existe mucha inseguridad. La misma inseguridad que brota del complejo de inferioridad desde el que una persona vive con miedo de no ser lo suficientemente buena en su trabajo, eficaz y cualificada.

Esta es una de las razones por las que para gozar de un bienestar integral en el plano laboral debes trabajar siempre tu autoestima, quererte a ti mismo, saber valorar tus virtudes y aceptar tus defectos, apostar por la formación para superarte, tener una actitud asertiva ante los problemas, saber mediar ante un conflicto en el seno de un equipo… Este trabajo es interior, es decir, cada persona debe de esforzarse por mejorar su actitud y su nivel de inteligencia emocional.

Por suerte, hoy día, existe una alta oferta formativa en este ámbito gracias al aumento de la demanda. Incluso, los propios empresarios asisten a cursos de inteligencia emocional para mejorar la empatía, aprender a motivar a los trabajadores y mejorar el clima de trabajo. Las emociones están muy presentes en el plano laboral, pero a veces, el problema es que se ocultan por miedo o por pudor. Es mejor aprender a ganar más libertad a la hora de decir las cosas de una forma asertiva.

Recursos Humanos,
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