Montar un negocio con la colaboración de un socio es una decisión de la que muchas personas se arrepienten a largo plazo cuando asumen la dificultad que implica gestionar un proyecto desde distintos puntos de vista. Una dificultad habitual es la de tener distintos criterios sobre qué es lo más aconsejable en la gestión de empresa. También surgen problemas de incompatibilidad de caracteres. En muchos casos, los socios se sorprenden de lo diferente que puede ser conocer a una persona en el rol de amigo a hacerlo en el ámbito de los negocios.
Dificultades para el acuerdo
Otra causa frecuente de descoordinación es la falta de equidad en las responsabilidades que cada uno asume en la empresa. Desde el punto de vista económico, surge otra dificultad cuando uno de los dos quiere vender su parte de la empresa a otro. Distintos objetivos de empresa, un orden de prioridades incompatibles, lucha de egos pueden dar a lugar a situaciones verdaderamente incómodas.
Mediación empresarial
Cuando dos personas no son capaces de solucionar sus diferencias por sí mismas pueden valorar la posibilidad de recibir el apoyo de la mediación empresarial como una vía para obtener un acuerdo a través de un proceso guiado por un profesional que actúa como un agente facilitador de ese pacto.
El mediador realiza entrevistas grupales o individuales para conocer en profundidad la realidad de los hechos. Una vez realizado el proceso, debe constar aquello a lo que cada uno se compromete. Sin embargo, para que esta vía ofrezca soluciones, ambos socios deben estar conformes en iniciar el proceso de forma libre. Una vez finalizado el proceso se firma un acuerdo de mediación. Un documento en el que constan datos relevantes como la fecha y lugar en el que se ha firmado ese acuerdo. El nombre del mediador que ha realizado el proceso. Obligaciones de cada parte.