En una entrevista de trabajo, el candidato puede sentirse juzgado desde que entra por la puerta del despacho hasta que finaliza la entrevista de empleo. Esta sensación produce presión. Y bajo una situación de tensión, en vez de crecer el talento, la naturalidad muere. ¿Cómo puedes creer en ti mismo en una entrevista de trabajo? En primer lugar, intenta ser firme y relativizar el resultado final.
Sencillamente, porque no depende al cien por cien de ti lograr el objetivo. Es decir, en tu mano está mostrar lo mejor de ti, sin embargo, no sabes qué perfil exactamente está buscando la empresa. No ser el candidato final no implica haber fracasado, al revés, cuanto más perseveres en la búsqueda de un empleo más opciones tienes de conseguirlo.
Concéntrate en ti mismo y en tu mundo emocional. No dejes que ningún factor externo te contamine a nivel interno. Por otra parte, cuida también mucho tus pensamientos y elimina cualquier diálogo interior que sea negativo. Relájate porque no todo aquello que sucede a nivel interno, se muestra del mismo modo a nivel externo. Es decir, a pesar de que sientas inseguridad, si controlas tu tono de voz, tu discurso y tu lenguaje corporal, el seleccionador de recursos humanos, ni siquiera lo notará.
Analiza todas las razones que tienes para tener fe en ti mismo: eres una persona que te has formado y preparado para afrontar con éxito el mundo laboral, has superado nuevos retos previamente, tienes cualidades que puedes potenciar al máximo, tienes ganas de encontrar un empleo… Intenta pasar el rato previo a una entrevista de trabajo haciendo algo que te relaje, te dé paz y confianza. De este modo, irás con más seguridad a la cita. Por ejemplo, puedes quedar a tomar algo con tu mejor amigo o realizar ejercicios de relajación. Cuida mucho tu imagen ese día, por ello, elige un look con el que te sientas cómodo y seguro.