Una mayor productividad es sinónimo de un mejor aprovechamiento del tiempo en relación con los objetivos marcados. Para mejorar la gestión del tiempo debes estar contectado con aquello que deseas conseguir, establecer la distancia que existe entre el estado actual y el estado deseado con el objetivo de recorrer la distancia más corta entre ambos puntos. También es adecuado consultar cada domingo el cronograma de tareas de la semana con el propósito de tener una visión general sobre cómo van a transcurrir los próximos días. Al final de cada tarde, consulta la lista de tareas del día siguiente porque este hábito te permite anticiparte en positivo a tu rutina.
Cómo ser proactivo frente al tiempo
Hacerlo también es un medio de planificación eficaz para poder adoptar ciertas medidas, por ejemplo, llegar un poco antes a la oficina en aquellos días en los que hay sobrecarga de tareas a primera hora.
Utiliza la forma de comunicación de un mensaje que sea más eficaz para transmitir tus palabras a tu interlocutor pero que además, te permita tener una mejor gestión del tiempo. Dependiendo de la naturaleza del mensaje, una llamada de teléfono puede ayudarte a ganar rapidez mientras que en otros casos, lo más cómodo será escribir un correo electrónico.
Cualquier emprendedor tiene un punto débil, un talón de Aquiles que boicotea su potencial en la gestión del tiempo. Identificar las áreas de mejora puede ayudarte a mejorar la organización de las tareas de la oficina. Programa las tareas más importantes del día en horario de mañana y deja para el final de la jornada las tareas que requieren de una menor concentración.
Aprender a delegar
Formar a los trabajadores para poder delegar ciertas tareas en ellos, incrementar el espíritu de equipo y la colaboración en el seno de la empresa también mejora la gestión de los resultados. Por el contrario, la sobrecarga de tareas propia de un estilo de jefe paternalista, es fuente de estrés.