Vivimos en una sociedad en la que la edad importa como bien muestra el hecho de cómo puede condicionar la fecha de nacimiento, las opciones de empleo de un candidato. Desde la perspectiva del emprendimiento, la edad también puede ser un factor importante que muestra que el mejor momento para dar el paso de montar tu propio negocio es aquel en el que tú te sientes preparado para tomar la iniciativa. Por ello, también tienes que respetar tu propio ritmo interno.
Ventajas de emprender antes de los 30
Una de las ventajas de emprender un negocio antes de los 30 años es que la persona tiene los conocimientos adquiridos durante su etapa universitaria muy recientes en su mente, algo que aporta buenas ideas. Del mismo modo, las personas jóvenes y emprendedoras también pueden acceder a algunas ayudas económicas que pueden ser un buen apoyo desde el punto de vista económico. A nivel emocional, una persona joven que inicia su propio negocio tiene muchas ganas de materializar un sueño en la realidad y esa vocación hace que el camino sea más sencillo a pesar de ser muy incierto.
Ventajas de emprender después de los 40
Una de las ventajas de emprender un negocio después de los 40 es que lo habitual a esa edad es que el emprendedor haya trabajado previamente como empleado para otras empresas. Algo que le aporta una perspectiva muy necesaria para tener una visión general de lo que es un negocio.
Otra de las ventajas de ser emprendedor después de los 40 años es que la persona tiene un nivel de madurez y de claridad de ideas que no tiene antes de los 30 ya que la experiencia es básica para poder crecer como profesional. La etapa de los 40 es un momento de libertad personal en el que la persona se ha liberado de muchos miedos y barreras internas. Al sentirse mejor consigo misma también arriesga más.
Después de los 40 es un buen momento para empezar de nuevo a nivel profesional y asumir la responsabilidad de ser tu propio jefe.