La creatividad es un ingrediente muy importante en el emprendimiento. Un ingrediente que conviene alimentar en la práctica para evitar el estancamiento. ¿Cómo ser un emprendedor creativo?
Escucha a los demás
Las habilidades de comunicación son una constante en el emprendimiento. A través de la escucha muestras una disposición de apertura hacia el diálogo con otros profesionales que pueden ser parte de tu mismo sector o estar enfocados en una dirección diferente. Las conversaciones con perfiles que tienen un enfoque multidisciplinar son un ejemplo de idea que puedes poner en práctica.
Un equipo interdisciplinar que también puede ser una base de talento para avanzar en el éxito del negocio que has puesto en marcha.
Contacto con la cultura
La cultura es una expresión de la creatividad de quienes han contribuido con sus creaciones a desarrollar una iniciativa de interés que tiene un valor social. La literatura, el cine, la filosofía, el teatro, el arte, la fotografía y la música son ejemplo de cómo el contacto del emprendedor con la realidad incrementa su creatividad. Estos son sectores en constante evolución.
Observa la evolución potencial de una idea
Trasciende a lo inmediato de una iniciativa o de una idea para visualizar la potencialidad de futuro de ese primer paso. Un ejemplo que también puedes aplicar a tu propia evolución ya que, por ejemplo, la iniciativa de la formación te permite visualizarte a ti mismo desde el escenario de una preparación que está acompañada por una titulación que te ofrece una especialidad.
Viaja
En un escenario tan condicionado por la mirada de la inmediatez conviene cambiar la perspectiva para poner el foco en la observación. Un viaje es una experiencia que puede estar acompañada por el aliciente del descubrimiento de nuevas ideas al identificar otros negocios.
Por tanto, haz del deseo de ser un emprendedor creativo una misión y una visión.