El cierre de un negocio es una experiencia que pone de manifiesto un capítulo que no ha tenido el desenlace deseado. El cierre de un proyecto implica una preocupación para aquel que vive este proceso. ¿Qué errores conviene evitar en este contexto?
1. No te culpes por lo que ha pasado, aprende de ello
La culpa es un sentimiento que resulta especialmente complejo cuando una persona pierde de vista que no puede controlar absolutamente todos los factores de la realidad. La gestión de un local implica una responsabilidad importante. Pero hiciste todo aquello que estuvo en tu mano en cada momento para propiciar la buena suerte del negocio.
2. Volver a emprender poco tiempo después de un fracaso
Tómate un tiempo para aprender de esta experiencia desde la perspectiva que aporta esta distancia. Analiza los aciertos, errores y aprendizajes derivados de esta experiencia práctica. Quizá tengas la oportunidad de volver a estar al frente de un proyecto en el futuro. Mientras tanto, tómate un tiempo para valorar los riesgos y las oportunidades de ese nuevo capítulo.
3. Alimentar creencias limitantes a partir de lo que ha ocurrido
Vivir el cierre de un negocio es una experiencia que rompe con las expectativas que el protagonista había depositado en este proyecto en el que ha invertido tiempo, conocimiento y dinero. El cierre del negocio es un dato que forma parte de la realidad. Sin embargo, eso no significa que la realidad de este momento determine aquello que ocurrirá en el futuro. Muchos emprendedores de éxito vivieron fracasos previos.
4. Mantener el foco de atención en el pasado
Una situación de este tipo deja huella. Un negocio que cierra conecta con una etapa de la vida. Analizar lo ocurrido no significa permanecer estancado en el ayer. La rutina avanza, más allá de este desenlace, con nuevas oportunidades.