El deseo de emprender está precedido por un periodo previo de búsqueda de respuestas en torno a preguntas determinantes del diálogo interior. ¿Cuáles son los signos que indican que, realmente, quieres dar el paso de montar tu proyecto?
Tu motivación es más fuerte que los condicionamientos externos
Cuando compartes tu deseo con tu entorno más cercano, es probable que te encuentres con personas que intentan hacerte cambiar de opinión. Especialmente, si tu elección supone dejar un empleo estable para iniciar un nuevo proceso profesional. Si a pesar de todas las ideas limitantes que recibes a nivel social, sientes la fuerza de la fe interior, tienes madera de emprendedor en el presente.
Eres emprendedor en otras áreas de tu vida
La característica de emprender tiene una connotación específica en el mundo de los negocios pero puede describir tu modo de ser en tu vida personal. Si te encanta tomar la iniciativa, romper la rutina y reforzar tu autonomía, puedes poner en práctica estas competencias en tu faceta laboral del día a día.
Tienes una mente creativa
Allí donde otras personas encuentran un límite, tú observas la oportunidad de una idea de negocio innovadora. Tienes ingenio para crear un catálogo de opciones alternativas en torno a un asunto determinado. No solo miras la realidad tal y como es sino también como podría llegar a ser.
Te identificas con el estilo de vida emprendedor
Cuando observas el futuro desde la perspectiva de aquello que te gustaría llegar a hacer en un escenario ideal, sueñas con la posibilidad de gestionar un negocio propio sobre el que puedes influir al tomar tus propias decisiones y en el que cada día es diferente al anterior. Tendrás que trabajar muchas horas, sin embargo, la motivación que nace de tu idea es más fuerte que cualquier inconveniente e incertidumbre.