El proceso de búsqueda activa de empleo no solo puede expresar la circunstancia de quien vive un periodo de desempleo, sino que muchos profesionales contratados continúan consultando ofertas con el deseo de encontrar una oportunidad con mejores condiciones. Además del formato del currículum, existen otros documentos que siguen el esquema de la carta y que tienen una finalidad diferente. ¿Cuáles son los tres tipos de cartas a tener en cuenta?
Carta de presentación
El protagonista escribe este texto en primera persona intentando ampliar las fortalezas del currículum por medio de un mensaje breve en el que es posible expresar las razones de interés por el puesto, por ejemplo. Es recomendable que cuando envíes tu currículum por medio de la autocandidatura, no solo personalices el primero sino también esta carta.
Carta de recomendación
La finalidad de este tipo de carta es diferente. El autor del mensaje no es el candidato que busca empleo sino un profesional competente que le recomienda ante dicha empresa. Por ejemplo, un contacto profesional o un profesor que respalda con su palabra las cualidades que diferencian al candidato. En este caso, lo expuesto en este mensaje refuerza el propio contenido de la carta de presentación. Al contar con estos dos documentos, una empresa puede ampliar el punto de vista desde el que se observa un candidato con el testimonio de alguien que le conoce.
Carta de gratitud
Es una carta opcional que se envía en el espacio temporal posterior a la realización de una entrevista de trabajo y cuya finalidad principal es expresar esta gratitud por esta oportunidad.
Carta de motivación
La motivación es como expresa el propio nombre de este tipo de mensaje la temática principal de un escrito en el que el autor expone cuáles son las razones que fundamentan su decisión de presentarse para optar a esa oportunidad profesional. Por ejemplo, la solicitud de una beca.