Las habilidades directivas entran dentro de las habilidades sociales que necesita una persona en el terreno laboral cuando ocupa un puesto importante en una empresa y tiene varias personas a su cargo. Las habilidades directivas ayudan no sólo a quien las tiene, y es que, no todo el mundo sabe mandar. Pero a la vez, también potencian el bienestar general en el entorno porque están bañadas por la asertividad y por el espíritu de equipo. ¿Se nace con habilidades sociales o se aprenden? Sin duda, se nace son ellas porque el ser humano es social por naturaleza, pero también se aprenden a través de la práctica. Por ello, es positivo realizar un proceso de coaching a la hora de poder potenciar las habilidades directivas en el contexto laboral.
En primer lugar, es indispensable potenciar la autoridad a nivel individual a través de una buena autoestima. Existen personas que no se creen merecedoras del lugar que ocupan, por tanto, en vez de mandar parece que piden un favor a un trabajador. Por ello, lanza un mensaje, directo, sencillo y claro de tu mandato porque así lo entiende mejor la otra persona. Por supuesto, si das las gracias por ello o pides las cosas por favor, te ganarás el respeto de aquellas personas que están a tu cargo.
Ten en cuenta que las habilidades directivas, hoy día, se reflejan por diferentes canales, no sólo a través del trato directo, sino también, a través de un mensaje de correo electrónico. Por ello, intenta tener una dirección de correo que incluya tu nombre porque esto aporta sensación de cercanía y profesionalidad. Existen personas que tienen una cuenta totalmente impersonal. Por otra parte, firma el correo con tu nombre y no con el puesto que ocupas en la empresa, en caso de dirigirte a tus trabajadores.