El teletrabajo y el trabajo en remoto son dos conceptos que parecen idénticos cuando se perciben desde el punto de vista de la experiencia. Ya que ambas modalidades requieren del uso de la tecnología para materializarse en la práctica. Esta información quedará perfectamente indicada en el contrato de trabajo.
Lugar de trabajo
Es decir, si un profesional teletrabaja durante algunos días por semana, esta cláusula queda especificada en el documento que describe el vínculo laboral entre la empresa y dicho profesional. Algunas empresas utilizan una fórmula flexible al combinar esta modalidad con el trabajo presencial. De este modo, el empleado asiste presencialmente durante varios días por semana a la oficina, mientras que trabaja desde casa en otras jornadas.
Medios seleccionados
Aquel que trabaja en remoto tiene una mayor flexibilidad para decidir desde dónde quiere trabajar en cada momento. La tecnología es clave para desarrollar el teletrabajo o para trabajar en remoto, sin embargo, los medios seleccionados en cada caso son diferentes.
Cuando un profesional teletrabaja, utiliza los medios indicados por la empresa para desarrollar esta labor en un entorno seguro. Aunque hay una distancia entre la empresa y el lugar en el que se encuentra el empleado, existen medios para hacer un seguimiento del registro horario.
Control de horario
Cuando un profesional trabaja en remoto no solo tiene más flexibilidad para elegir el lugar de trabajo, sino también para concretar sus horarios. Su trabajo se centra en el cumplimiento de los resultados previstos en los plazos indicados. Muchos autónomos participan en distintos proyectos a distancia.
Y, en ese caso, el cumplimiento de las metas muestra una óptima gestión del tiempo. Aunque en la práctica, el teletrabajo y el trabajo en remoto parezcan idénticos, el teletrabajo tiene su propia normativa como forma de trabajo a distancia.
Estas son, por tanto, las diferencias y semejanzas entre teletrabajo y trabajo en remoto.