El contexto actual es cambiante. Por ello, surgen nuevas propuestas de emprendimiento que inspiran a aquellos que observan más allá de lo aparente. ¿Dónde poner el foco para descubrir iniciativas interesantes?
1. En la búsqueda de soluciones
Hay una asociación de factores que se materializa en el ámbito del emprendimiento. Es decir, existe una conexión entre una idea de negocio y una necesidad. En ese caso, puedes poner el foco de atención en una necesidad que no ha sido resuelta.
2. En el entorno
Toda idea de negocio se sitúa en un contexto en el que existen otros factores a tener en cuenta. Por ejemplo, otros negocios ofrecen su propuesta de valor y posicionan su oferta en el sector en el que realizan su actividad. La observación del entorno presencial y digital es clave para los emprendedores.
3. En sectores esenciales o emergentes
¿Cómo dar una dirección clara a la búsqueda? Por ejemplo, es posible enmarcar la búsqueda en un contexto específico. De este modo, puedes explorar diferentes alternativas y tendencias que evolucionan en sectores esenciales o emergentes. La investigación es clave para potenciar la creatividad.
4. Formación
Una idea de negocio se dirige a su público objetivo. Pero el profesional que pone en marcha el proyecto influye positivamente en su éxito potencial. Por ello, la formación personal puede convertirse en el componente definitivo para elegir una propuesta que se alinea con la trayectoria previa.
5. En la lectura
El conocimiento crece y se amplía cuando se pone en común. Es habitual compartirlo en el trabajo en equipo. Pero la lectura también te permite acceder a fuentes de información sobre empresas, negocios, tiendas, innovación y emprendimiento. Por tanto, el hábito de la lectura puede ayudarte a identificar nuevas tendencias.
6. En la realidad
Una práctica idea de negocio es viable a largo plazo. Por ello, debe alinearse con la realidad y con el campo de lo posible.