La solidaridad es un valor muy importante a nivel humano porque potencia la empatía en la búsqueda del bien común. Trasciende a la visión individualista para fortalecer la construcción del “nosotros”. La expresión de esta virtud en las empresas se manifiesta a través de acciones que adquieren la forma de una solidaridad empresarial que es importante en cualquier momento y lugar, pero que es todavía más visible, en tiempos de adversidad.
El efecto transformador de la solidaridad en las empresas
Cada entidad que contribuye con un objetivo social mediante su implicación y compromiso, no solo deja una huella positiva en la realidad, sino que también ofrece un ejemplo de inspiración para otras entidades que, motivadas por esta misma expectativa, buscan el modo de materializar esta ayuda en el corto plazo.
La solidaridad empresarial es un motor que tiene un efecto transformacional en el presente más inmediato al crear nuevas oportunidades que son posibles gracias a esta dedicación. La misión de la solidaridad aporta un sentido humanista al trabajo que una entidad lleva a cabo en cualquier momento y lugar. Una visión que no es incompatible con la búsqueda de la productividad que es inherente a la propia viabilidad de un proyecto rentable.
Empleados más motivados
La solidaridad de las empresas produce un efecto positivo en la sociedad al atender necesidades importantes, pero también influye en el propio proyecto por la influencia de motivación que este valor produce en quienes forman parte de un equipo en el que el trabajo diario es visto desde la perspectiva de una visión social.
La solidaridad es un valor que muchas empresas hacen propio en su filosofía corporativa a través de diferentes objetivos y proyectos que dan forma a este propósito. Este es un concepto holístico que en el ámbito corporativo trasciende al plano del equipo para dejar huella en la sociedad.