La inspiración es fruto del trabajo y la reflexión. Una idea de negocio muestra la intuición de un emprendedor que ha visto en esa posible puerta un medio de desarrollo profesional ofreciendo un servicio que cubra una necesidad de los clientes. Anota por escrito todas aquellas ideas que vengan a tu mente y que te gustaría recordar en el futuro. Puede que cuando tengas varias ideas escritas, puedas poner en relación varias de ellas o también puede suceder que una idea destaque especialmente por encima de las demás. La escritura es como un hilo que te permite profundizar en tu propio diálogo interno como emprendedor.
Actualiza tus conocimientos
Para tener nuevas ideas de negocio también debes ampliar tus conocimientos. Si te quedas estancado en aquello que ya sabes es difícil que puedas evolucionar. Realizar cursos de formación, leer libros sobre negocios y emprendedores, participar en congresos de emprendimiento, asistir a proyectos de networking, leer diferentes blogs para conocer el punto de vista de distintos profesionales.
Intenta darle la vuelta al modo en el que se hacen las cosas habitualmente para ir más allá de lo previsible dando un giro creativo a la realidad. Esta creatividad también es muy inspiradora para desarrollar ideas de negocio. Elabora una tormenta de ideas con distintas aplicaciones prácticas de tu formación teórica para no encasillarte en un único camino cuando existen varias alternativas posibles.
Analiza tu experiencia como comprador
Aprende a ser observador para atender a los pequeños detalles. Por ejemplo, observa como cliente potencial y comprador cuáles son los puntos fuertes de esos negocios de una esencia similar a la que a ti te gustaría poner en práctica. Analiza en qué momentos te sientes especialmente inspirado con el objetivo de hacer mayor espacio en tu vida a esos instantes en los que eres más creativo.