Emprender es uno de los propósitos de muchas personas. En muchos casos, las personas se preparan para dar este paso contando con el conocimiento teórico y práctico de un título universitario. Sin embargo, no es una relación que pueda hacerse a modo de causa y efecto la de la necesidad de tener un titulo para montar una proyecto.
El saber es la mejor inversión
Lo cierto es que esta pregunta que tantas veces nos hacemos puede estar mal planteada de entrada puesto que el conocimiento, que es lo que aporta un título universitario, nunca es un medio sino un fin en sí mismo. Es decir, su valor no remite a una causa distinta de sí mismo.
Los casos de aquellas personas que han emprendido con éxito sin tener un título universitario no suponen una razón de peso para quitar importancia a esta formación previa. Cuando una persona monta un negocio, puede cerrar sus puertas tiempo después como consecuencia de un fracaso. Si ese momento se produce, se habrá quedado sin ese proyecto, sin embrago, si ha estudiado, seguirá teniendo esa base.
Fomentar el emprendimiento en la universidad
A su vez, esta pregunta también invita a reflexionar sobre si se promueve lo suficiente el emprendimiento desde la universidad, especialmente, en aquellas carreras que siguen teniendo una mayor visión teórica que práctica en su propio programa lectivo. Desde esta perspectiva, lo verdaderamente determinante para emprender no es solo la formación previa, sino también, la visión que ha recibido el alumno durante la realización de sus estudios.
La decisión de estudiar es el primer acto de emprendimiento que pone en práctica un estudiante incluso antes de saber cuál será su futuro laboral. Apuesta por una idea a la que dedica tiempo, constancia, trabajo y concentración. Ingredientes que también están presentes en el emprendimiento.