Cualqueir persona persigue el éxito, por ejemplo, una empresa aspira a poder triunfar en el mercado y contar con el apoyo y la fidelidad de un número de clientes importante. Sin embargo, el éxito tiene muchos elementos que todavía siguen siendo un misterio, es decir, nadie ha dado con la receta perfecta de la plenitud laboral.
Por ello, el factor suerte o el azar intervienen de manera directa en la carrera profesional de una persona. Nada como estar en el lugar adecuado, en el momento exacto. Pues bien, tener la capacidad de arriesgar es más que necesario si quieres alcanzar el éxito con un proyecto determinado. Si nunca arriesgas y siempre sigues haciendo las cosas del mismo modo, no te darás la oportunidad de trabajar tu propio destino en positivo.
Además, el éxito está ligado de una forma directa con la autoestima. Aquellas personas que tienen un buen concepto de sí mismas, que se respetan y se valoran se creen merecedoras de lo mejor. Por tanto, se disponen a recibir el éxito desde un punto de vista mental a través del pensamiento positivo incluso antes de alcanzarlo.
A través de un ejercicio de visualización, ¿podrías decir cómo te ves a ti mismo dentro de dos años?, ¿Dónde te gustaría estar? Evidentemente, tiene que ser algo que te haga feliz de verdad. Pues bien, toma esa imagen visual como una herramienta de trabajo y elabora un plan de acción para llegar donde quieres estar. ¿Cómo te sientes cuando piensas que tal vez no lo logres? Sentirás tristeza, dolor y decepción. Pues bien, estas emociones deben ser precisamente tu fuente de motivación para luchar con todas tus fuerzas día a día y no quedarte estancado. Aprovechar el tiempo, esa es otra de las leyes del éxito no sólo en lo profesional sino también en lo personal.