Hoy en día, la crisis económica está llevando a muchas personas en paro a emprender y a poner en marcha un negocio. Una acción que no está exenta de riesgos y ante la que hay algunas alternativas que pueden ser más seguras como es el caso de la franquicia, por ser un modelo en el que se es empresario, se crea su propio puesto de trabajo, se genera más empleo y se está bajo el paraguas y la experiencia de una marca que funciona.
De hecho, la franquicia presenta una serie de ventajas, sobre todo, en tiempos de crisis porque, en primer lugar, permite el autoempleo, favoreciendo que la persona que pone en marcha la franquicia pueda ejercer la actividad laboral dentro de ese sector que, muchas veces puede estar relacionado con la propia actividad que realizaba con anterioridad, o bien adentrarse en nuevos campos laborales y profesionales.
Además, la franquicia permite también crear empleo, ya que habitualmente la persona que decide poner en marcha el negocio no puede encargarse de todas las áreas de actividad, precisando de empleados. De hecho, se calcula que una franquicia, aunque depende de la actividad que desarrolle, puede crear una media de entre uno y cinco puestos de trabajo por establecimiento.
La franquicia, hoy en día, constituye una forma más segura de invertir, ya que se cuenta con la trayectoria de la central franquiciadora y su rentabilidad, lo que permite conocer las perspectivas reales y de futuro del negocio. Aparte, el franquiciado puede conocer el modelo de negocio que ya está probado, así como su cartera de productos, el sistema de marketing, el sistema de operaciones y administrativo, entre otros factores clave de un negocio. Entre otras ventajas, también cabe mencionar la gestión del propio negocio y del equipo.
Igualmente, la franquicia permite emprender y lanzarse a una nueva aventura con la que crecer tanto en el ámbito laboral como en el empresarial, obteniendo también por ello beneficios y rentabilidad.
Pero para que estas ventajas se hagan realidad, hay que elegir muy bien la franquicia que se quiere poner en marcha y fijarse unos objetivos realistas.