Hoy día, la información científica muestra la importancia de cuidar el medio ambiente como un medio de vida del ser humano en el que se desarrolla en plenitud. En este sentido, cualquier emprendedor también debería de tener desarrollada una clara conciencia ecológica para poder disfrutar del placer de crear un proyecto que además, no afecta de una forma negativa al medio ambiente. Se trata de asumir la responsabilidad que cada ser humano tiene con el entorno que ha recibido y poder cuidarlo de la mejor forma posible para las futuras generaciones.
Sin duda, la conciencia ecológica también debería implicar a cada trabajador. En este sentido, conviene ahorrar en consumo de coche. Por ejemplo, es posible ir caminando a la oficina, dando un paseo en bici, utilizar el transporte urbano o usar un coche entre varios compañeros de trabajo. Por otra parte, conviene tener unos hábitos de consumo responsables. Por ejemplo, en la hora del almuerzo, es indispensable depositar cada envase en el recipiente correspondiente para poder reciclar de una forma positiva.
Conviene tener en cuenta que la contaminación también afecta de una forma negativa a la salud. Por ello, en general, a mayor núcleo de población, mayor nivel de contaminación. Por ello, las zonas industriales también generan focos de contaminación que pueden ser compensados con la creación de zonas verdes. Existen Pymes con una alta conciencia ambiental que son las que deben marcar la pauta sobre el obrar correcto. De hecho, la conciencia ecológica también es una forma de transmitir unos valores positivos al consumidor. De este modo, el cliente también puede sentirse identificado con los valores de la empresa. Existen detalles pequeños que tienen un gran valor. Como por ejemplo, evitar el uso de bolsas de plástico. Este paso ya se ha dado en muchos establecimientos.