La ética como modelo de negocio


Muchas veces cuando se piensa en un negocio no se asocia a palabras como la ética. No tiene por qué ser así. De hecho, precisamente, la ética es un modelo de negocio, aunque cuando comenzó se pensó que era una moda pasajera. Sin embargo, hoy en día, la RSC es una forma de gestión empresarial que ayuda a conseguir logros económicos y sociales.

Cuando una empresa apuesta por la RSC no se trata de hacer filantropía ni de una moda. Son una serie de prácticas que dan valor a los negocios y que les constituyen como referentes sociales. Habitualmente, se basan en la transparencia, abordando desde cuidar el medio ambiente a tener en consideración las consecuencias de una actividad económica en las personas.

Según Pilar Labrador, economista vocal del Colegio Oficial de Economistas de Aragón, la RSC consiste en una forma de gestión que se basa en la idea de que un negocio debe buscar algo más que la rentabilidad económica. “Lo que realmente importa es el valor que esa empresa genera para la sociedad”, añadió Labrador en el transcurso de una jornada sobre la ética como modelo de negocio.

La RSC se ha convertido además en una apuesta de muchas pymes, empresas que tienen una gran ventaja en este campo, ya que por su tamaño los altos mandos pueden estar más próximos a los trabajadores. “Es un punto muy positivo, ya que la práctica de la RSC normalmente surge del convencimiento del directivo”.

Además, ser responsable ayuda a mejorar la cuenta de resultados porque con esos valores la empresa se diferencia del resto de los competidores en un mercado cada vez más saturado y se consigue una mayor competitividad y la compañía funciona mejor, lo que deriva en un funcionamiento más óptimo. Y es que una buena gestión hace que los ingresos sean mayores y los gastos se reduzcan.

La RSC también es de ayuda en tiempos de crisis en los que hay que gestionar con inteligencia y de una forma innovadora. Y es que la RSC permite innovar más rápidamente y estar en la mejor posición. Además, aunque parece que la coyuntura económica no favorece la consolidación de RSC, realmente los negocios que optan por mantener esta forma de gestión aumentan la confianza que la sociedad y sus trabajadores han depositado en ellos, se fortalecen y obtienen un mejor puesto en el mercado.

No obstante, no todo es positivo, porque también hay algunas desventajas: el apoyo institucional es escaso.

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