La tecnología ha facilitado la vida del ser humano en las últimas décadas y es que, las comodidades que reportan los avances técnicos son más que evidentes. Esta es una de las razones por las que la tecnología no sólo es visible en los hogares sino también, en una empresa. El peligro de la tecnología y de la maquinaria es que en ciertos momentos, puede terminar desplazando al propio trabajador que de pronto, se convierte en prescindible.
Por otra parte, en una sociedad tecnológica al extremo también existe el peligro de valorar del modo equivocado a las personas que se ven presionadas por la idea del rendimiento y de la productividad. Lo cierto es que dicha productividad es mayor en la medida en que el empleado se siente bien y valorado por los compañeros y por el jefe.
Está claro que en cualquier empresa se debe hacer una inversión en maquinaria. Por ello, también es responsabilidad de todos cuidar los aparatos con el máximo cuidado para que puedan durar cuanto más tiempo mejor. Pero cada cierto tiempo tendrán que ser renovados.
La tecnología también es esencial para cualquier persona que está en desempleo y quiere buscar un trabajo. Por ello, hoy día, ningún parado debería permanecer ajeno a las opciones que ofrece internet. Y en caso de desconocimiento, se debe dar un curso de informática para poder aprender a consultar las bolsas de trabajo online, redactar un currículum de la forma adecuada y mandarlo por correo a las diferentes empresas.
Por otro lado, la tecnología tampoco debe de quitar concentración a un trabajador. De este modo, el teléfono móvil debe de estar apagado en horario de oficina, al igual que tampoco se debe consultar el correo personal en el trabajo sino centrar la atención en las obligaciones y ocupaciones de la rutina.