Existen muchos trámites que debe cumplir un autónomo cuando monta un negocio. Desde el punto de vista del local, el espacio físico debe contar con algunos trámites. Uno de ellos es la licencia de apertura y actividad, un documento que hace constar que dicho espacio cuenta con las características necesarias para habilitar dicho negocio.
Qué es la licencia de apertura y actividad
El dueño de un local debe tener esta licencia para poder trabajar. En esencia, esta acreditación garantiza que ese local cumple con la normativa actual del lugar en el que está situado (las condiciones comerciales pueden variar dependiendo de la región.
Este documento oficial tiene un reconocimiento público al ser reconocido por un Ayuntamiento. En esta licencia intervienen tres factores importantes. Uno de ellos es el titular de dicha licencia. Otro elemento importante es el tipo de actividad que va a desarrollar. Finalmente, esta licencia también concreta el lugar donde se lleva a cabo dicha actividad. De este modo, este documento garantiza que es posible llevar a cabo esa actividad en ese lugar de forma totalmente segura.
Tipos de licencias de obras
Además, esta licencia debe renovarse cada vez que se produce un cambio de actividad en ese local. Al comprar o alquilar un local comercial es muy importante que el emprendedor compruebe que ese espacio se ajusta a las necesidades del proyecto que va a realizar. Existen distintos tipos de licencias de aperturas. Las actividades inocuas son aquellas que definen a aquellos proyectos que no tienen un efecto medioambiental.
Por el contrario, la licencia de actividad calificada es aquella que se otorga a un negocio industrial que sí produce algún tipo de molestia por razones de peligro o insalubridad. De este modo, el espacio de trabajo requiere de una ambientación específica para minimizar ese impacto.