A pesar de que los departamentos de Compras en las empresas son de las áreas más estratégicas, sobre todo, con la crisis, hoy en día presentan algunas disfunciones en su gestión que les impiden ser más eficaces y eficientes en su labor. Y es que uno de los problemas está relacionado con los empleados en estos departamentos, ya que la mayoría no tienen formación específica en este campo. De hecho, el 80% carece de ella.
Así se pone de manifiesto en los datos facilitados por Lowendalmasaï, una consultora especializada en el desarrollo de proyectos en colaboración con departamentos de Compras de empresas españolas. Unos datos que llaman la atención porque estos departamentos son “pilares estratégicos a la hora de reducir costes y en situaciones de crisis como la actual en la que pueden aportar ahorros sustanciales para la competitividad de las empresas”, según explica Eric Mass, director del Departamento de Purchasing and Cost Performance de Lowendalmasaï, quien añade que “normalmente se requiere de personal altamente cualificado y con alta capacidad analítica.
Pero, además de la falta de formación de los profesionales, los departamentos de Compras adolecen también de una planificación seria y rigurosa del trabajo que deben desarrollar a largo plazo. Una falta de planificación que, en ocasiones, se debe a que la gestión del día a día prácticamente mantiene ocupados al personal durante toda la jornada laboral, lo que conduce a veces a tener que gestionar los pedidos cuando se producen las necesidades y con poco margen de planificación.
Y entre otros handicaps de los departamentos de compras se halla la medición de los resultados alcanzados, ya que es habitual que se mida el ahorro con la relación al presupuesto asignado, siendo este un indicador fundamental, si bien se deben medir otros indicadores como el volumen de gasto que pasa por el departamento de Compras y el tiempo que transcurre entre la declaración de la necesidad de un servicio o producto y la remisión del pedido al departamento que había manifestado esa necesidad, entre otros.
Unas carencias que deben solucionarse porque la actual situación y coyuntura está llevando a que los departamentos de Compras pasen de asumir un rol de mero aprovisionamiento a un rol estratégico, lo que presenta la oportunidad de demostrar qué valor añadido pueden aportar en la empresa y mostrar su eficiencia.