Emprender un negocio en tiempos de incertidumbre no es un objetivo sencillo. En cualquier proyecto, existe una decisión importante: buscar distintas fuentes de financiación. Sin embargo, existe una fórmula para emprender con pocos recursos. Esta es la propuesta que sintetiza el concepto que analizamos en Empresariados: bootstrapping. En este caso, el emprendedor no pospone su idea de emprendimiento aunque tenga pocos medios a su alcance.
Mantener el foco en la idea de negocio
El profesional irá sumando nuevos recursos a largo plazo, ya que esta iniciativa puede evolucionar en el futuro. Pero en la etapa inicial, el emprendedor pone el foco en lo esencial: la idea en sí misma. Y busca la forma de ponerla en marcha aunque sea con pocos recursos. Para ello, rebaja sus expectativas en el corto plazo.
Esta forma de emprender, te permite tomar decisiones en tu negocio de forma autónoma, ya que el proyecto no depende de inversiones externas. El emprendedor utiliza sus recursos y, además, hace una excelente gestión de los mismos. El profesional se centra en su idea de negocio y, también, en vender los productos y servicios a los clientes. Los beneficios obtenidos de las ventas aportan una fuente de ingresos para impulsar mejoras en el negocio.
La optimización de recursos no solo se centra en el ámbito material, sino también en el talento. El equipo está integrado por pocos profesionales.
Beneficios del emprendimiento a través de bootstrapping
Esta forma de inversión produce numerosos beneficios. En primer lugar, reduce los riesgos, ya que decides de forma consciente cada objetivo. La atención al cliente es importante en cualquier proyecto pero, en un emprendimiento de estas características, este vínculo es todavía más relevante. Cuidas cada gasto y esto reduce la incertidumbre.
Además, tú tienes el control y la responsabilidad de los pasos que decides dar.