La colaboración a través de la suma de dos marcas puede aportar un beneficio para ambas que ofrecen un servicio o producto único. Es lo que se conoce como cobranding. Sin embargo, para que la fusión de dos marcas tenga verdaderamente sentido deben tener algún tipo de vinculación entre sí, es decir, un punto que aporta compatibilidad al trabajo conjunto de ambas marcas ante los clientes. Desde este punto de vista, dos marcas pueden trabajar en el lanzamiento de un servicio o producto buscando el modo de complementarse mutuamente para ofrecer un valor diferencial ante los consumidores.
Beneficios del cobranding
Uno de los beneficios directos del cobranding es la posibilidad de llegar a un público más amplio gracias al refuerzo de la marca. Por otra parte, al asumir los costes de la inversión de un modo equitativo entre las firmas que han participado en esa iniciativa, también se potencia el ahorro económico para ambas. En la estrategia de cobranding puede participar más de dos marcas que tienen un objetivo común compartido. Desde esta perspectiva, el cobranding también cambia el valor de la competencia y la rivalidad en marketing.
En el cobranding se repite el esquema colaborativo que se muestra en la siguiente ecuación: «Gano-ganas». A través del cobranding una marca también puede adentrarse en un nuevo mercado gracias a su alianza con una firma posicionada en dicho sector.
Hacer una planificación previa
Conviene puntualizar que, como cualquier estrategia de marketing, el cobranding debe valorarse en toda su dimensión puesto que se trata de una iniciativa que no es un fin en sí mismo sino un medio en relación con un objetivo. Y una de las elecciones más importantes es la de la marca con la que se va a llevar a cabo esta colaboración. En ese caso, analiza en qué puede beneficiarte esta alianza y a su vez, que puede ofrecer tu firma.