Existen distintas formas de ejercer el liderazgo. Algo muy importante porque cuando una persona ocupa el rol de líder es recomendable que encuentre esa forma con la que se siente cómoda. ¿Cuáles son las formas de ejercer esta metodología de liderazgo democrático?
Características del liderazgo democrático
El líder potencia a los participantes del equipo para que den su opinión, aporten sus ideas y puntos de vista. Fomenta esa interacción de modo habitual porque es consciente de que el intercambio de información es un valor para ambos. Desde este punto de vista, el objetivo de esta forma de interacción es buscar el bien común de todos.
El líder confía en la capacidad de su equipo para alcanzar la excelencia en la organización. Por esta razón, delega sin estrés en los demás. Buscando el modo de que cada persona pueda realizar aquellas tareas que más le gustan y para las que está mejor preparada.
Pero además, los trabajadores también desarrollan su labor con la confianza de saber que el líder está allí, como un mentor, para ofrecer un apoyo continuo, una labor de refuerzo positivo.
Ventajas del liderazgo democrático
Generalmente, es un tipo de liderazgo que ayuda a crear un buen clima laboral en la oficina puesto que todos los integrantes tienen la misma importancia. No hace diferencias entre un favorito y los demás. Los empleados se sienten valorados en la organización porque saben que su opinión también cuenta. Sin embargo, conviene no caer en la idealización de esta forma de liderazgo, esta suele ser la principal carencia de esta tipología.
Esta forma de liderazgo es contraria al estilo autocrático en donde todo el poder de la toma de decisiones recae en el líder que se posiciona en un rol de superioridad desde el punto de vista de la jerarquía.