Existen diferentes estilos de liderazgo que potencian el éxito en la empresa. Un equipo está formado por distintos trabajadores que quieren alcanzar un objetivo. Y, sin embargo, este equipo no es ajeno a las circunstancias externas e internas. Cada situación, a través de sus distintos factores y variables, crea un nuevo marco de referencia.
Qué es el liderazgo situacional
Por este motivo, el liderazgo situacional pone el foco de atención, principalmente, en este contexto. De este modo, el líder analiza las necesidades de cada situación, para ofrecer la respuesta adecuada, con el fin de liderar al equipo en cada etapa. Este tipo de liderazgo, por tanto, se caracteriza por su flexibilidad. El líder potencia la adaptación al cambio en el desempeño de su labor.
¿Por qué una situación influye de forma significativa en el liderazgo? Por ejemplo, existen decisiones que pueden resolverse desde la participación de los empleados. Sin embargo, la búsqueda del consenso no es efectiva en aquellos casos que pueden convertirse en complejos mediante este procedimiento. El propósito de este liderazgo, como el de cualquier otro estilo, es liderar. Pero el valor de la situación es relevante en este enfoque.
Beneficios del liderazgo situacional
¿Cuáles son las razones por las que un líder puede adoptar este estilo de liderazgo?
En primer lugar, para adoptar aquella forma de liderazgo que alimente el potencial de los empleados del proyecto. Cada trabajador es diferente y tiene sus propias capacidades. Este estilo de liderazgo tiene en cuenta este hecho para motivar a los empleados. El líder guía a los colaboradores y alimenta su máximo potencial.
Desde este punto de vista, no existe un estilo de liderazgo que sea mejor que otro. El liderazgo más adecuado es aquel que resulte más efectivo en cada situación. El líder cuenta con distintos recursos y herramientas para liderar con éxito. Este estilo de liderazgo es sinónimo de innovación.