El proceso de emprendimiento vinculado a una franquicia adquiere formas distintas en la práctica. La ubicación puede quedar perfectamente integrada en un escenario comercial más amplio. De este modo, el punto de venta se enmarca en un negocio principal que complementa la oferta de la franquicia. Existen distintos aspectos que el profesional valora antes de comprometerse con un proyecto.
Un punto de venta integrado en un negocio principal
La identidad corporativa de la firma adquiere una especial relevancia en la decisión final. La inversión es otra cuestión esencial, puesto que determina la búsqueda de financiación. Pues bien, el tipo de inversión necesaria para emprender en una franquicia córner no es elevado.
La ubicación del punto de venta tiene una posición estratégica en un escenario comercial que cuenta con su propio público objetivo. De este modo, adquiere una gran visibilidad ante los clientes que entran al local. La franquicia muestra una cuidadosa selección de productos del catálogo, puesto que dispone de un espacio reducido. El punto de venta tiene la estructura de un stand que se convierte en un escaparate que llama la atención de quienes pasan cerca de allí.
Una idea de negocio que reduce los gastos en el local
Como hemos indicado anteriormente, es una idea de negocio que requiere un menor nivel de inversión que otro tipo de franquicias. Y, además, es un modelo que reduce los gastos de mantenimiento. El punto de venta comparte las instalaciones con otro negocio principal. Además, es una idea que tiene un gran potencial de crecimiento puesto que puede integrarse en diferentes espacios. La franquicia y el negocio principal son proyectos únicos que adquieren una visión de conjunto a través de esta colaboración.
El área en el que se sitúa la franquicia queda perfectamente delimitada e identificada a nivel visual por medio de la decoración que representa a la marca.