El catálogo es uno de los ingredientes más importantes de un negocio. Despierta el interés de los compradores que encuentran en el punto de venta soluciones adaptadas a sus necesidades. Existen establecimientos que ponen el acento en un único tipo de artículo. Cada propuesta tiene ventajas y dificultades que hay que analizar de manera individual a partir del caso concreto. ¿Por qué es recomendable contar con un variado catálogo de productos en un punto de venta?
1. Existen diferentes factores que influyen en la venta de cada propuesta
Algunos productos están muy condicionados por el factor estacional. Así ocurre, por ejemplo, con la ropa o los artículos destinados a los días de lluvia. Pero la evolución del invierno, la primavera, el verano y el otoño no siempre muestra un ritmo previsible. Si se producen circunstancias que rompen con el ritmo habitual, el contexto externo tiene su reflejo en las ventas.
2. Conectar con diferentes perfiles de clientes
¿Cómo potenciar el crecimiento de un negocio? Busca estrategias adecuadas para elevar las ventas, es decir, crea las circunstancias favorables para que eso ocurra. ¿Y cómo incrementar el número de clientes habituales o conectar con potenciales compradores? Un catálogo variado presenta una amplia selección de propuestas que enriquece el campo de oportunidades. Los consumidores tienen la posibilidad de comparar diferentes artículos del catálogo en función de sus características o del precio.
3. Posicionamiento
Algunos negocios se sitúan como un auténtico referente. Así ocurre con aquellos establecimientos en los que el cliente encuentra aquello que necesita. Un catálogo variado y actualizado es clave para reforzar la diferenciación frente a la competencia.
4. Innovación
Es positivo que un negocio transmita una imagen actualizada ante los clientes. Este valor no solo se comunica por medio de las acciones de marketing o el posicionamiento online. Un catálogo variado, que incluye las últimas tendencias, es un ejemplo de ello. Muestra el valor de la cercanía y la búsqueda de la excelencia para atender las peticiones de los clientes.
5. Encontrar nuevas oportunidades
La gestión de un catálogo variado ofrece información clave sobre aquellos productos que tienen un mayor dinamismo. Por el contrario, también proporciona datos valiosos para observar qué área está más estancada. A partir del análisis llevado a cabo, el responsable puede tomar decisiones que den un impulso al proyecto. El propósito de los cambios no solo debe poner el acento en la conexión con el público objetivo, sino también en la optimización del presupuesto.
6. Potenciar la venta cruzada en el local
Algunos artículos del catálogo pueden combinarse en una misma experiencia de compra. Con frecuencia, el cliente acude al punto de venta con una idea principal de aquello que necesita. Sin embargo, durante el proceso de búsqueda del artículo ideal descubre otra alternativa que se ajusta a sus necesidades. Es un ejemplo que repercute positivamente en las ventas y en la fidelización del vínculo.
7. La variedad impulsa la evolución y la resiliencia
Cualquier sector experimenta un dinamismo constante. Es decir, pueden producirse variaciones significativas en las ventas de un tipo de producto. Un catálogo variado incrementa la resiliencia del negocio para anticipar los cambios de forma proactiva. Quizá en algún momento haya que descartar una parte de la oferta que tuvo una mayor relevancia en el pasado. Pero la observación constante del catálogo ayuda a identificar nuevas oportunidades que pueden crear caminos de crecimiento.
¿Quieres emprender un negocio y te planteas la posibilidad de optar por un catálogo centrado en un único tipo de producto? Antes de dar el paso, haz balance, analiza la situación y valora la posibilidad de complementar la oferta con una mayor variedad de productos de calidad.