Un proyecto paralelo es aquel que puedes complementar con tu ocupación profesional actual. De este modo, te aporta una fuente de ingresos extra. ¿Cómo darle forma? En Empresariados te proponemos algunas sugerencias.
1. Elabora una extensa lluvia de ideas
Si no tienes perfectamente definida tu iniciativa, busca inspiración. Elabora una lluvia de ideas amplia. Ya descartarás otras opciones en la etapa inicial. Irás acotando el campo de opciones cuando te encuentres en la fase de elección definitiva.
2. Establece un calendario dedicado a profundizar en tu proyecto
¿Cómo organizar tu agenda para atender las diferentes responsabilidades que te ocupan actualmente? Elabora un calendario con los espacios de tiempo que vas a invertir en tu proyecto paralelo. Lo verdaderamente recomendable es que aproveches las horas de las que dispones, aunque no sean tantas como deseas en un primer momento. Por otra parte, diseña un calendario con las diferentes etapas del plan de acción. Y cumple con la fecha de lanzamiento.
3. Alinea tu proyecto paralelo con tu felicidad
Se trata de una iniciativa que complementa tu ocupación actual. Encuentra nuevas oportunidades de negocio. Pero intenta que la opción definitiva se alinee con tus intereses y expectativas. De este modo, el nivel de motivación personal crece y se mantiene a largo plazo.
4. Elige un objetivo sencillo y realista
Un proyecto paralelo, con frecuencia, no hace referencia a un emprendimiento muy ambicioso. Adquiere la forma de un propósito práctico y realista. Por tanto, elabora un presupuesto para ponerlo en marcha. Realiza un óptimo control y seguimiento de los medios disponibles. Es importante que te sientas preparado para lograr la meta.
5. Busca ayuda profesional si la necesitas
Existen mentores especializados en este campo que acompañan a nuevos emprendedores en la creación de proyectos de estas características. La experiencia de otro experto puede ser clave para adquirir una visión más amplia de la idea y de la forma de llevarla a cabo.
6. No busques la seguridad absoluta
En primer lugar, porque no existe. Y, por otra parte, porque esa expectativa hace que sigas en la zona de confort. Es decir, aumenta el riesgo de que pospongas diferentes decisiones.