El sector de la hostelería es uno de los más saturados por la amplia oferta gastronómica de negocios. En una misma calle, puedes encontrar diferentes propuestas. Por esta razón, la diferenciación es una fórmula para potenciar el éxito de un proyecto de hostelería. Sin embargo, esta diferenciación no siempre parte de ideas innovadoras sino de seguir fiel a la tradición de la cocina casera. ¿Cuáles son las ventajas de ofrecer al comensal los platos típicos?
Lo tradicional siempre gusta
Lo tradicional siempre gusta, por mucho que pase el tiempo, este tipo de gastronomía es una elección habitual de buena parte de los comensales. La cocina casera es valorada precisamente porque aporta al cliente la agradable sensación de estar en su propia casa. Y una fuente habitual de negocio para los restaurantes de cocina casera es ese sector de trabajadores que comen fuera de casa cada día por imposibilidad de volver a su domicilio. En ese caso, la cocina tradicional se convierte en la fórmula ideal para mantener una dieta sana.
Ventaja del turismo de proximidad
La cocina casera también es la opción preferida de los turistas cuando practican turismo de proximidad, es decir, cuando realizan escapadas a lugares cercanos. La oferta gastronómica de este tipo de establecimiento resulta muy atractiva gracias a un menú que ofrece una buena relación de calidad y precio. El menú del día es la opción más demandada por los clientes.
Cultura gastronómica de la tierra
Un lugar puede conocerse desde distintos puntos de vista. Por esta razón, la cultura gastronómica es un valor que cada zona potencia a través de la oferta de productos típicos que fortalecen la economía local. Por esta razón, muchas de las personas que visitan un lugar por primera vez, quieren conocer un restaurante en el que poder disfrutar de esos sabores tradicionales que pasan de generación en generación.