La técnica del graffiti tiene cada vez más presencia en el sector empresarial para decorar un espacio exterior (fachada) o interior del local para dotar a ese lugar de un alma propia. Es decir, de una esencia única. El graffiti comercial es una técnica recomendable para llamar la atención del cliente por su belleza estética y su estilo rompedor. Pero, además, por medio del graffiti, es posible expresar un mensaje reforzando los valores corporativos de marca.
Decoración con graffiti
Existen puntos estratégicos del local en los que es posible integrar el arte del graffiti, por ejemplo, en el cierre del local. Esto te ofrece la ventaja de que el local es visible y llama la atención del público objetivo cuando el local está cerrado. Cada creación de graffiti es totalmente personalizada. Por tanto, cada diseño es único.
Por medio de esta fórmula también es posible potenciar el talento artístico de aquellos autores de graffiti que tienen el poder de dar una estética llamativa y positiva a un lugar. La estética de un lugar es un aspecto muy importante de ambientación para proyectar en los clientes sensaciones y emociones nuevas.
El lenguaje del graffiti conecta con la cultura urbana potenciando la expresión visual como una forma de comunicación corporativa. El graffiti comercial permite poner en valor esta forma de creatividad para llevarla a un contexto empresarial.
Fachadas con mensaje
El espacio de la fachada es un lugar muy visible para el viandante que camina por la calle en cualquier momento, incluso, cuando la tienda está cerrada. Por esta razón, la decoración con graffiti también es una fórmula sencilla de integrar la colorterapia como elemento de marketing para transmitir un mensaje por medio del paisaje urbano. El graffiti es un arte que transmite originalidad, personalidad y una filosofía propia.