Los cambios forman parte de la realidad de las cosas, por tanto, uno de los riesgos de un negocio que se queda estancado en un punto determinado del camino es permanecer quieto. Una empresa puede no funcionar por distintas razones posibles. ¿Cuáles son esos factores?
1. Falta de seguimiento de las acciones emprendedidas
Una acción no solo tiene valor por sí misma en el momento de ponerla en marcha, es importante que una empresa realice un seguimiento posterior de ese plan de acción para evaluar los resultados positivos, las expectativas no cumplidas y los puntos de mejora.
2. Falta de empatía con el cliente
El consumidor es la razón de ser principal de una empresa que ofrece un catálogo de productos y servicios centrados en el diagnóstico de una carencia previa. Sin embargo, cuando una empresa acumula valoraciones negativas de los clientes en su experiencia de compra, se encuentra ante el impacto de un marketing que daña la marca corporativa.
3. Hacer algo que ya no funciona
Si una empresa es una realidad en constante cambio puede ocurrir que una rutina determinada fuese significativa en el pasado, sin embargo, esa idea haya quedado desactualizada en el contexto presente.
4. Buscar el ahorro en secciones importantes
Para un emprendedor es importante atender al factor económico del ahorro tanto en la fase inicial como en la evolución posterior del negocio. Sin embargo, es un error enfocar este criterio en aquellas cuestiones en las que la inversión es definitiva.
5. Dificultades para hacer frente a la competencia
Todos los proyectos tienen competencia en su nicho de mercado, sin embargo, aquellas ideas que no funcionan no han logrado llamar la atención del público objetivo de un modo tan significativo como otros comercios. Esta es una de las principales razones por las que un negocio no funciona, especialmente, ante la expansión del comercio electrónico.