Negociar es una de las habilidades que un emprendedor debe poner en práctica. Existen acuerdos que resultan especialmente complejos. ¿Cómo lograr tu objetivo en este contexto?
1. Identifica qué es lo que no resulta negociable
Incluso cuando la negociación avance, es importante que tengas presente qué aspectos no son negociables desde tu punto de vista. Dichos aspectos son inamovibles y, por tanto, la conversación debe girar en otra dirección.
2. Analiza qué valores personales y empresariales van a guiar tu negociación
Existen distintos recursos que una persona puede poner en práctica durante un proceso de estas características. Los valores son principios que guían el obrar de aquel que, durante una negociación, toma decisiones que están alineadas con estos principios.
3. Abre nuevas puertas
Cuando un camino parece cerrarse, tú tienes la posibilidad de abrir una nueva vía de negociación al generar una alternativa que haga posible ese acuerdo. La realidad puede analizarse desde múltiples perspectivas y puntos de vista. Por tanto, intenta añadir nuevas posibilidades para incrementar las opciones de cerrar un acuerdo que muestre el esquema “gano-ganas”. ¿Cómo generar otras alternativas que puedan despertar el interés de la otra parte? Potencia la empatía para conocer su punto de vista.
4. Mantén la concentración durante la negociación
Cualquier distracción puede producir un efecto negativo en el transcurso de esta situación. Es imprescindible que estés atento a aquello que ocurre porque, de este modo, puedes escuchar plenamente a tu interlocutor.
5. Diseña una estrategia flexible
Es positivo que elabores un guion con los puntos principales de tu plan de acción. Pero no pierdas tu capacidad de improvisar porque puede que este sea el ingrediente indispensable para lograr el objetivo final. Para encontrar esta armonía entre dicha planificación y la improvisación, crea un plan que sea flexible. De este modo, tienes la capacidad de adaptarte a cambios e imprevistos.