5 consejos para emprender si no te gusta trabajar en equipo

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Trabajar en equipo es un valor importante en el contexto actual. Una capacidad que mejora la empleabilidad de los trabajadores y, por supuesto, también potencia el liderazgo de los emprendedores. Sin embargo, algunas personas no se sienten muy cómodas con la idea de gestionar un proyecto que está integrado por varios participantes. ¿Cómo emprender cuando no te gusta trabajar en equipo o prefieres que este factor no sea un pilar esencial del emprendimiento?

1. Monta un negocio pequeño

Reflexiona sobre la idea de negocio que quieres potenciar y la forma de llevarla a cabo. Un pequeño negocio aporta numerosas ventajas puesto que reduce el nivel de riesgo desde el punto de vista económico. Por otra parte, el responsable puede ocuparse de las tareas principales sin delegar en otros colaboradores dichas gestiones.

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2. Fórmate para desarrollar una nueva visión sobre el trabajo en equipo

Si quieres emprender un negocio y no te gusta trabajar en equipo, intenta no quedarte estancado en una visión limitante sobre la colaboración para alcanzar metas comunes. Generalmente, quien no se siente cómodo con el proceso, se enfoca más en los problemas y dificultades que surgen durante el plan de acción. El trabajo en equipo no resulta sencillo cuando el grupo no está lo suficientemente unido o cohesionado.

Sin embargo, la experiencia resulta muy enriquecedora cuando hay un buen clima de trabajo. Y, como emprendedor y líder de un proyecto, tú puedes influir de forma notable en los colaboradores. Por esta razón, fórmate para practicar un liderazgo consciente, para desarrollar nuevas habilidades sociales y para adquirir nuevos recursos de comunicación.

3. Colabora con proveedores que comparten algunos de tus valores

Aunque gestiones un pequeño proyecto que no requiere de un gran equipo para alcanzar el éxito, cualquier negocio necesita contar con el servicio de calidad de proveedores que ofrecen un catálogo de productos y soluciones que se alinea con la temática del emprendimiento. Desde este punto de vista, también puedes crear un equipo con dichos proveedores si quieres que el vínculo se consolide a largo plazo.

Pues bien, establece alianzas con quienes comparten algún aspecto en común contigo y con el negocio. Por ejemplo, llega a acuerdos con perfiles que representan aquellos valores profesionales que tú mismo admiras.

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4. Identifica tus límites, dificultades y carencias

Una de las ventajas del trabajo en equipo y de la colaboración con otros proveedores es que la fórmula permite sumar nuevas habilidades y competencias al proyecto. Nadie reúne absolutamente todas las cualidades y características que exige el talento cuando se analiza desde la perfección (porque es imposible en esencia). En consecuencia, cuando identificas tus carencias y dificultades te abres a la posibilidad de reconocer esas mismas capacidades en otras personas que pueden llegar a trabajar en el proyecto.

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5. Asociacionismo para pequeños negocios

El autoconocimiento en el ámbito profesional es muy importante. Por ejemplo, es esencial que una persona a la que no le gusta trabajar en equipo sea sincera consigo misma y conozca su modo de ser. Sin embargo, también es recomendable no caer en una visión individualista del talento o el éxito. Puedes compartir objetivos en común con otras personas desde perspectivas muy diferentes.

Tal vez tu negocio no esté integrado por más socios o empleados, sin embargo, en el entorno próximo a tu proyecto existe una red comercial integrada por puntos de venta que dan vida a las calles. Esos puntos de venta pueden unirse en numerosas iniciativas por medio de una fórmula que triunfa en pueblos y ciudades: el asociacionismo.

¿Quieres emprender un negocio en tu carrera profesional pero no te gusta trabajar en equipo? Encuentra el camino y el momento para dar el primer paso.

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