No todos los cambios corporativos tienen la misma naturaleza. Existen asuntos que requieren de una atención urgente. Por tanto, deben abordarse como una prioridad en la estrategia del proyecto. Quizá sea en la recta final de año cuando hayas identificado aquellas novedades que necesita la entidad para reinventarse a partir de enero. En Empresariados compartimos seis consejos esenciales para gestionar los cambios urgentes.
1. Integra el cambio como parte del aprendizaje
El cambio no es un componente ocasional en un negocio, sino que es inherente a la evolución y transformación del proyecto. Por tanto, afróntalo desde la perspectiva de un aprendizaje que presenta nuevas oportunidades. ¿Qué aspectos deben modificarse y por qué motivo?
¿Qué ventajas y qué efectos va a experimentar el proyecto tras las mejoras desarrolladas? ¿Qué solución es la más indicada en la situación descrita? En definitiva, profundiza por medio de las preguntas en torno al origen, el proceso y la solución del asunto.
2. No aplaces otras cuestiones secundarias, pero importantes
Es positivo que pongas el foco en aquellos cambios que resultan urgentes a corto o medio plazo. Pero la atención a ese asunto no supone que descuides otras gestiones que, aunque aparentemente sean menos relevantes, son esenciales para la actividad del negocio.
En caso contrario, si acumulas tareas para más tarde, ten en cuenta que se crean nuevos asuntos urgentes en el proyecto. Aquello que quizá en este instante no sea una prioridad, lo será dentro de muy poco tiempo si se cumple un plazo asociado a esa tarea.
3. Planificación
La perspectiva de la planificación cambia en un asunto que requiere de un análisis integral a corto plazo. Pero el tema debe abordarse con un plan de acción. Un alto nivel de improvisación puede suponer un riesgo elevado en un proceso de transformación. En definitiva, utiliza una estrategia para avanzar en la experiencia práctica. Si es un cambio que implica a diferentes profesionales, cada uno de ellos debe conocer perfectamente cuáles son sus funciones.
4. Analiza la experiencia de cliente
Existen cambios urgentes que pueden pasar desapercibidos para el responsable del negocio si no practica la capacidad de escuchar. Existen varios factores que conviene analizar y atender con detenimiento: las quejas repetidas en torno a asuntos similares. Y, por otra parte, la pérdida de clientes es otra señal se alarma (todavía más cuando se trata de compradores habituales que dejan de confiar en el punto de venta). En ese caso, es esencial buscar soluciones.
5. Analiza la experiencia del equipo
Los cambios urgentes parecen poner atención en factores económicos o en la solución de las quejas de los clientes. Sin embargo, conviene profundizar en la situación del equipo. Existen algunos factores que indican que algo no va bien en la plantilla: un alto nivel de rotación muestra la dificultad de la entidad para retener el talento.
Un elevado nivel de absentismo es otra variable que no debe pasar desapercibida. Por otra parte, una baja participación en las reuniones de trabajo requiere de un cambio inmediato. Las mejoras que inciden directamente en la gestión de los recursos humanos repercuten positivamente en el cliente final.
6. Atención plena
Los cambios urgentes pueden dejar un impacto en el plano emocional. Amplía el foco para no observar la realidad en forma de túnel. En ese caso, pierdes de vista numerosos matices que se integran en el escenario actual de la empresa. Por ello, practica la atención plena para alimentar la calma interior que es tan necesaria en la toma de decisiones. También, para analizar un hecho desde una mirada que profundiza más allá de lo aparente o lo superficial.
Los cambios urgentes pueden ser determinantes para evitar que una situación empeore.