En la teoría, cualquier empresa puede cuidar de forma intencional de los clientes. Sin embargo, es una expectativa que puede generar carencias significativas en la práctica. Es decir, la experiencia de compra no siempre alcanza la calidad deseada desde la perspectiva del consumidor final. ¿Cómo crear una estrategia centrada en el cliente? En Empresariados compartimos seis consejos.
1. Atender sus necesidades
Para que exista una verdadera conexión entre aquello que ofrece un proyecto y las motivaciones de compra, es esencial poner el foco en las necesidades de los clientes. Es decir, es importante ofrecerles exactamente aquello que demandan. Un propósito que no es sencillo de alcanzar cuando una empresa trata a cada persona como a alguien irrepetible.
En consecuencia, es recomendable identificar a diferentes perfiles de clientes habituales en el proyecto. ¿Y cómo reconocer las necesidades y expectativas de cada uno? El conocimiento es clave. Y el conocimiento se apoya en la comunicación. Por esta razón, es esencial establecer diferentes vías para proporcionar feedback.
2. Gestión del talento
La atención al cliente también pone el acento en la protección del talento. El trabajo en equipo hace posible el reto de lograr objetivos comunes que mejoran los resultados y la productividad. ¿Cómo puede acompañar una empresa al equipo en el trabajo diario? La formación y el mentoring preparan a los colaboradores para trabajar desde una inspiración clara: la orientación al cliente.
3. Integrar este valor en la cultura corporativa
La carta de presentación de una empresa ante los empleados, potenciales talentos, proveedores y clientes muestra aquellos signos visibles que identifican al proyecto. La cultura corporativa es uno de los elementos que enmarca la filosofía y los valores de una entidad que, de forma intencional, puede priorizar la orientación al cliente.
La conexión con el cliente y la propuesta de valor de una empresa no se basa, únicamente, en la calidad de un buen producto o servicio. Los valores y el enfoque humanista tienen un impacto muy positivo.
4. Estrategia de fidelización de clientes
La posición de una empresa muestra su capacidad para establecer vínculos diferentes. Por una parte, con los trabajadores. Actualmente, existe una mayor conciencia en recursos humanos en torno a la importancia de fortalecer la estabilidad en los equipos para reducir los altos niveles de rotación.
Pues bien, un negocio también puede construir una relación duradera con los clientes. Por ello, una estrategia de fidelización eficaz se alinea con dicha meta.
5. Diseño de procesos y seguimiento de los protocolos adoptados
Para crear una estrategia centrada en el cliente es necesario reforzar el valor de la planificación y reducir la improvisación. En definitiva, la entidad puede implementar diferentes procesos y protocolos con un orden de pasos perfectamente establecido. A su vez, el plan de acción también puede mejorarse y corregirse a través del seguimiento correspondiente. Por tanto, es esencial comprobar los resultados, analizar la capacidad de mejora y perfeccionar el proceso.
6. La orientación al cliente requiere de un enfoque holístico
Las empresas que han integrado un enfoque de orientación al cliente son una inspiración y un referente. Es decir, muestran el valor de los resultados positivos que esta inversión puede aportar. Pues bien, es aconsejable que esta perspectiva se integre en el marco corporativo desde una perspectiva integral para mejorar la experiencia de compra, perfeccionar el marketing, transmitir confianza, generar valor y elevar el nivel de personalización.
El responsable de una empresa influye en el modo en el que esta se muestra en un sector determinado. La orientación al cliente es clave para sumar el valor del humanismo en un proyecto que, más allá de los beneficios o los resultados, cuida de las personas que hacen posible el proyecto.