Las decisiones que se toman en el marco de una empresa familiar pueden ser determinantes para potenciar su continuidad. Sin embargo, este entorno corporativo también está influenciado por el mundo emocional. El consejo de administración en la empresa familiar desempeña una importante labor. ¿Qué otros aspectos hay que considerar? ¿Cómo avanzar de forma consciente en la dirección deseada?
1. Protocolo para tomar decisiones en la empresa familiar
Cada entidad puede diseñar su propia estrategia para determinar qué es lo más conveniente en función del contexto. El protocolo adoptado proporciona un marco de referencia que permite clarificar el proceso en sí mismo. ¿Qué hacer si surgen dificultades en un escenario concreto? Revisar el protocolo que se convierte en una brújula en momentos de desorientación e incertidumbre.
2. Ampliar la información con el punto de vista externo
El diagnóstico de una situación en la empresa familiar es determinante para tomar decisiones efectivas. En ocasiones, es aconsejable ampliar el foco con el punto de vista externo. Un profesional con experiencia puede aportar una visión más amplia de una realidad que se percibe de una forma más reduccionista desde dentro de la empresa. La figura del consejero externo ha ganado una gran proyección.
3. Colaboración y ayuda en los negocios familiares
Una empresa familiar muestra una estructura en la que hay roles diferenciados. Pero el potencial de cada persona no se reduce a su puesto de empleo en términos de conocimiento. La ayuda y la colaboración son valores esenciales en la empresa familiar. Ingredientes que conviene integrar en la toma de decisiones para avanzar hacia metas comunes que repercuten positivamente en el desarrollo de la propia entidad y, también, en la familia (que hace posible la viabilidad de la idea).
4. Generación de alternativas
La empresa familiar afronta decisiones muy complejas. Con frecuencia, surge una distancia entre las expectativas y aquello que es posible en la práctica. Una medida concreta tiene en cuenta cuáles son los recursos disponibles. Pues bien, es recomendable enriquecer el mapa de la realidad con la creación de posibles alternativas que conectan con diferentes caminos a tener en cuenta.
5. Actuar en coherencia con los valores familiares
La familia es la esencia de un proyecto que está integrado por personas que también comparten vínculos afectivos entre sí. Es importante actuar en coherencia con esos principios que fortalecen los cimientos del propio sistema familiar, pero también de la entidad.
Por ello, es recomendable buscar el equilibrio entre ambos planos. Si los conflictos se instalan en el grupo y se pierde la confianza entre dos o más personas, ese hecho se traslada a la propia realidad de la entidad.
Es importante actuar en coherencia con valores que no permanecen, únicamente, en un marco teórico. Se trasladan de forma directa a la realidad práctica de la empresa. Del mismo modo, es esencial potenciar la gestión emocional para integrar esta perspectiva en un proceso que no es únicamente racional.
6. Previsión de futuro: las decisiones producen consecuencias
La incertidumbre es una de las grandes dificultades que surge en el contexto de una empresa familiar. El entorno es tan cambiante que hacer previsiones a medio o largo plazo se convierte en un auténtico desafío. Sin embargo, las decisiones producen consecuencias que pueden aproximarse o alejarse de los objetivos de la entidad. Por esta razón, conviene acompañar la perspectiva de la previsión con el seguimiento de los resultados.
Existen diferentes tipos de decisiones que se integran en el plano de la empresa familiar. Algunos pasos son muy complejos en la práctica. Por ello, conviene establecer un protocolo y una estrategia para seguir avanzando a través del aprendizaje, la experiencia, la colaboración continua y la historia del proyecto.